Chichi de Jesús
El Teniente General José Arismendi Trujillo Molina (Petán), Fundador-Presidente-Tesorero de La Voz Dominicana (LVD), hoy Radiotelevisión Dominicana, alcanzó grandes éxitos en la planta de su propiedad con alcance nacional.
Las celebraciones de la inolvidable Semana Aniversario, que se celebraba cada año desde fines de julio hasta la primera semana de agosto, jornada en la que participaban los mas famosos artistas y grupos musicales del país y a nivel internacional.
Pero al márgen de estos méritos, Petán acostumbraba actuar de manera arbitraria frente a sus subalternos, sin importar calidad y condiciones de cada quien, ni la categoría de sus familiares y amigos que le servían en la planta televisora. U
Uno de sus empleados de mayor consideración era el Director General, el Sr. Abraham Santamaría Demorizi, que veía por los ojos del general.
A propósito de la celebración de una de esas semanas especiales la Lotería Nacional efectuó un sorteo extraordinario con un premio mayor de RD$200,000, el más elevado en toda la historia de la institución. Y resulta que el ganador de la apreciada suma fue el administrador Santamaría Demorizi, y la gente no pudo contener su maledicencia y se divulgó la especie de que el ganador había hecho arreglos “non santos” con la administración de la Lotería.
Cuando empezaban los sorteos dominicales todos los encargados departamentales de LVD estaban obligados a reportarse en los alrededores de las oficinas del Director General, donde Petán acostumbraba visitar y conversar con Abraham, quien le rendía detalles de las actividades artísticas de la noche anterior.
En medio de la conversación entre los dos directivos se anunció el billete agraciado con los 200 mil, y Santamaría se paró violentamente de su asiento y fue a la caja fuerte, la abrió y extrajo un sobre cerrado y volvió a su escritorio.
Cuando comprobó que su número era el agraciado, saltó de alegría y gritó:
“Me saqué el premio gordo… nadie salga de aquí.. el primero que debe saber esto es el general Trujillo”.
Y Abraham, con la voz cortada por la emoción, se presentó ante Petán, y le dijo: “General me acabo de ganar el premio mayor de la Lotería Nacional de 200 mil pesos”
Y más adelante volvió a decirle: “General, yo no estoy a su lado por el dinero, sino porque soy su amigo”.
Después de su pusilanimidad ante Petán, éste le recomendó: “Santamaría, ya Ud. es un hombre rico… debe renunciar al cargo”.
Para la ocasión en que Santamaría salió agraciado con el premio, LVD y su propietario tenían una deuda con el Banco Agrícola por la suma de RD$35,000. Y el administrador de la empresa consideró necesario liberarla de ese compromiso, y sin pensarlo dos veces, canceló la deuda y le llevó al general los recibos de pago de la deuda, y escuchen la reacción del gendarme:
“¿Santamaría, quien es usted para que me recoja mis deudas?... ¿Usted se cree que es rico… eh…eh.. yo no lo necesito, mañana mismo le devuelvo su dinero… quiere humillarme con eso, carajo, oh… oh..”
Y el pobre Abraham, que había actuado de la mejor buena fe, se quedó petrificado, sumido en un mundo de perplejidad, sin saber qué hacer ni que decir, porque así eran las cosas del emperador de Bonao, el teniente general José Arismendi Trujillo Molina.
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