Todos somos personas egoístas hasta cierto punto, pero los problemas solo comienzan a surgir cuando alcanza un alto nivel de egocentrismo que se tambalea al borde del narcisismo.

6 formas efectivas de tratar con personas egoístas

Si tienes un familiar, compañero sentimental o compañero de trabajo que te hace sentir invisible porque rara vez presta atención a tus necesidades, no estás solo.

1. Trata de entender su comportamiento egoísta.

La psicoterapeuta F. Diane Barth enfatiza la idea de que la comprensión no significa dejar a alguien fuera del anzuelo. Pero aprender sobre lo que motiva a alguien a ser egoísta y detectar sus patrones puede ayudarte a ser menos desdeñoso con su comportamiento. Como humanos, es un instinto ser egoísta. Los niños, por ejemplo, son naturalmente egoístas porque aprender algo sobre los sentimientos y las necesidades de los demás es algo que se les enseña a medida que envejecen. Las personas mayores y las personas con enfermedades también son egoístas porque es una forma de supervivencia. Cuando aprendes sobre lo que motiva el egoísmo de otra persona, entonces puedes comprender por qué a veces es esencial.

2. No tomes sus acciones egoístas personalmente, en cambio, mantente fiel a ti mismo.

Es fácil quedar envuelto en las acusaciones de otra persona. Si alguien te hace sentir mal por no prestarles suficiente atención, debes saber que no tienes que rebajarte a su nivel, ni debes tomar sus palabras o acciones personalmente. No es tu trabajo servir continuamente a alguien en su propio tiempo y conveniencia. Estar cerca de una persona centrada en sí mismo puede ser abrumador y agotador y experimentar ráfagas de ira, frustración o tristeza. Debes saber que todavía tienes el control y que no tienes que ser reactivo hacia su egoísmo. En cambio, concéntrate en aliviar la presión que sientes a través de tus pasatiempos favoritos o eventos divertidos.

3. Familiarízate con los conceptos erróneos sobre el egoísmo.

Hay muchos conceptos erróneos sobre el egoísmo. Por ejemplo, según Barth, es común en nuestra cultura creer que tener hijos es un acto desinteresado, y que no tener hijos es egoísta. Pero las personas pueden tener hijos por razones egoístas, como una forma de ser amado, vincularse más estrechamente con un cónyuge o cumplir el deseo de un padre. Es por eso que es crucial examinar las circunstancias cuidadosamente y reevaluar lo que se considera egoísta o desinteresado. Las personas pueden ser egoístas sin saberlo, lo que hace que sea aún más importante ayudarlos a ver sus acciones en una perspectiva más amplia.

4. Trae temas que te interesan durante las conversaciones.

Si te sientes incómodo escuchando a otra persona hablar de sí mismos, puedes intervenir de una manera no combativa. Ya sea que disfrutes del arte, la música o la filosofía, puedes cambiar el tema a mitad de una conversación con una pregunta simple, como “Oye, ¿has oído hablar de …” (inserta el tema deseado) O una frase como, “Ayer por la noche, encontré …” (insertar el tema deseado). Inicialmente, puede parecer abrupto e incluso aleatorio, pero esto le da a la persona una pista de que ustedes dos han estado pasando demasiado tiempo en sus historias.

Si encuentras que la persona sigue tratando de volver a su propio tema, puedes recordarle cortésmente que ya has oído hablar de ello. Esto evitará que cedas en sus formas de buscar atención.

5. Limita la cantidad de tiempo que pasan juntos y salgan con personas de apoyo.

El espacio siempre ayuda. Cuando limitas la cantidad de tiempo que pasas junto a una persona egoísta, puedes obtener más libertad para cuidar tu propia felicidad y ser quién eres en lugar de quedar atrapado en la satisfacción de sus necesidades.
Esto es más accesible que cerrarlos por completo, especialmente si el individuo egoísta es un miembro de la familia o un compañero de trabajo que no puedes evitar fácilmente. Cuando estableces límites saludables, les recuerdas que el mundo no gira alrededor de ellos. También le brindas la oportunidad de pasar más tiempo con amigos y familiares de apoyo que son de tu beneficio. A su vez, esto evitará que te quedes estancado con el cumplimiento de las responsabilidades de otra persona.

6. Aprende la diferencia entre el egoísmo saludable y el egoísmo tóxico.

Cuando lidias constantemente con una persona egoísta, a menudo experimentas culpa por ponerte a ti mismo primero. Recuerda, no estás haciendo nada mal; cuidarte es un derecho que tienes. Pero las personas egoístas y tóxicas pueden manipularte para que pienses lo contrario.

Por eso es esencial practicar el amor propio. Todos necesitamos un grado saludable de egoísmo para mantener nuestra salud mental y nuestro bienestar. Cuando reconoces patrones tóxicos de egoísmo, puedes salir de ellos al elegir no ceder ante ellos. Atiéndete de vez en cuando y satisface tus propios deseos y necesidades. Tú también eres importante.