Venezuela está buscando savia nueva. Las encuestas recientes acerca de la popularidad de los partidos políticos venezolanos los muestran muy mal ante la opinión pública.


Henry Falcón un disidente del chavismo que aspira la presidencia, en dos semanas, no ha podido llenar espacios como los que en el mismo tiempo ha llenado el movimiento ProCiudadanos, liderado por el empresario Leocenis García, un joven de 37 años que estuvo preso seis veces durante el gobierno de Hugo Chávez, y que no presentó su nombre a las presidenciales.

 

García aparece rodeado de jóvenes entusiastas que aplauden sus ideas de libre mercado, Estado mínimo, y respeto a la iniciativa individual. ¿Es este fenómeno solo atinente a las circunstancias actuales de Venezuela  o se está convirtiendo en la nueva tendencia?


Es una campanada de alerta. Y el dinamismo de los líderes del movimiento ProCiudadanos, constituye un fenómeno no aislado.  Recientemente mostraron un plan de Gobierno con 14 puntos para resolver la crisis, luego en otro masivo con miles de estudiantes varios dirigentes universitarios, arremetieron contra la clase política que un día antes había buscado re agruparse en un llamado Frente Amplio contra Maduro.


Justin Trudeau, Matteo Renzi, Emanuel Macron, son precedentes de una moderna tendencia ya visible en Canadá, Italia y Francia, respectivamente. La gente parece estar harta de las ideologías roídas y de los seudo-líderes demagogos y corruptos. Todo  lo que en política se prolonga, asienta y disemina la corrupción.

 

Venezuela es una sociedad, en la cual —como en todo régimen político— cada generación espera un cambio de actitud en el liderazgo para enfrentar los problemas nacionales.

 

ProCiudadanos, ha anunciado con un documento que el órgano electoral de ese país, les ha autorizado recoger las firmas para convertirse en partido político."No nos la pusieron fácil", se quejó García, quien comparó la situación de su organización con la del Movimiento Somos de Venezuela, el cual fue aprobado sin mayores inconvenientes -acusó- por tratarse del partido de la "señora Delcy Rodríguez".

 

"El camino no es fácil. Nos ponen a recoger firmas en todos los estados y hoy le decimos a Tibisay Lucena que iremos de pueblo en pueblo y de casa en casa para recoger esas firmas y convertirnos en movimiento político", dijo.


“El fenómeno de Leocenis, es que logró lo que ningún liberal en Venezuela, es decir, aglutinarlos, sacarlos del discurso académico, y darle color y opción de poder a esa tendencia” dice Asdrúbal Bermúdez, un economista propagador del liberalismo en Venezuela.

 

"Emergió con un liderazgo propositivo, cívico, audaz, genuino, incluyente y conectado con todos los sectores. ProCiudadanos ha sabido interpretar los signos de los tiempos. No hablo de populismo. Hablo de los sentimientos de la gente que ve podrirse en privilegios a los políticos que no resuelven nada y se aferran más al poder”.


Luis Hernández, un joven de 25 años que funge como el director político define el movimiento como uno que “escucha al pueblo y hace planteamientos propositivos en vez de quedarse en las diatribas y las críticas pobres y venenosas de los políticos tradicionales; en el debate público no nos enfrascamos en denostar a adversarios sino en señalar dónde yacen las fallas, basando nuestros  señalamientos en los  principios como los de defender la libre empresa y tenemos una doctrina  que nos permite aprender de las ideas que sustentan lo más preciado de los seres humanos: su libertad; reconociendo la diversidad de criterios y opiniones; y asumiendo que también se equivocan, y pueden corregir sus yerros. No somos como los radicales que jamás admiten errar. Solo ven defectos en los demás. Y hasta asumen papeles mitológicos absurdos. Se creen semidioses intolerantes, dueños del poder, la verdad. Son fanáticos intransigentes de sus resentimientos frente a su pares de otras esquinas, a quienes culpan de los males existentes”