Con la decisión tomada por el juez de la Suprema Corte de Justicia, Francisco Ortega Polanco, en el caso de los imputados por los sobornos de Odebrecht ha ganado el país, el cual ha estado reclamando hasta la saciedad el combate de la corrupción.

El juez del máximo tribunal de alzada acaba de casarse con la gloria con su decisión de imponer una condena contra todos los implicados, como lo había solicitado el Ministerio Público.

Y también se merece toda la gloria, el procurador Jean Alain Rodríguez, quien desde un primer momento de estallar el escándalo de la empresa brasileña le prometió al país dar a conocer la lista de implicados y el sometimiento a la Justicia, y lo cumplió.

Asimismo, hay que darle todo el mérito, al presidente de la República, Danilo Medina, quien permitió que la Justicia actuara con absoluta libertad, lo que quedó más que evidenciado, cuando parte de los condenados son de misma organización política a la que pertenece. El Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Sin su parte hubiese sido muy difícil, por no decir imposible, que el caso Odebrecht haya tenido este feliz término. 

Y aunque se debe producir un juicio en los tribunales contra todos los acusados, el solo hecho de imponerle medida de coerción es de por sí un hecho sin precedente y un triunfo para quienes hemos combatido con vigor que se le ponga un cese a la impunidad y la corrupción en el país.