La cultura del consumo tiene como fundamento la constante adquisición de bienes, según los dictados de la moda y la publicidad. Estos mandatos alimentan la idea de que todo es descartable, y sus consecuencias implican grandes daños al medioambiente.

En este contexto han surgido movimientos orientados a difundir soluciones ecológicas que pueden implementarse a diario, en el hogar, sin esfuerzo extra. Si bien no se pueden reparar los daños ya provocados, sí es posible inculcar hábitos a las jóvenes generaciones mediante las famosas "tres R": reciclar, reutilizar, reducir.

El vinagre en el hogar

Empleado en la mayoría de los casos para ensaladas o platos fríos, el vinagre puede servir también para la limpieza del hogar.

De esta manera, se evita el uso de limpiadores compuestos por químicos, que dañan no sólo el medioambiente sino también la salud, ya que producen alergias en muchas personas. Y, de paso, se ahorra dinero.

El vinagre puede utilizarse para limpiar pisos y vidrios, como suavizante de ropa, para eliminar olores (incluso el de pintura, que es muy rebelde), etcétera.

Jardín vertical con pallets

Los pallets son grandes estructuras de madera usadas en fábricas y comercios. En los últimos años, han venido empleándose como distintas soluciones en el ámbito del hogar.

Una buena idea es utilizarlos como soporte para un jardín vertical. Sólo hay que ponerles una madera en la base a fin de poder cerrarlos, rellenar con tierra el espacio entre las tablas, y luego plantar allí distintas especies.

Reutilizar los volantes y folletos

¿Recibes diariamente folletos y volantes en la vía pública y en tu hogar? Basta con juntar una buena cantidad de los que acumulas en tu casa, recortarlos de manera similar, y utilizar el dorso (que suele ser liso) para hacer anotaciones, en lugar de comprar un taco de papel en la librería o los llamados "post it".

Si usas un panel, puedes adherirlos con una tachuela o chinche. Si no, vale tenerlos cerca del teléfono fijo, amontonados con un broche.

Tubos de cartón para ordenar

En cada casa, actualmente, suele haber un mínimo de cinco o seis dispositivos electrónicos. Entre celulares, cámaras de fotos, reproductores de DVD, ipods y computadoras, es bastante común que se genere una acumulación de cables entremezclados.

Para mantenerlos en orden, he aquí la solución: puedes juntar los conitos de cartón de papel higiénico y papel de cocina, pegarlos con cola vinílica en una caja de forma vertical, y colocar en cada compartimento el cable que no quieres que se te pierda nunca más

Semillas en contenedores de huevos

Otra buena idea para reutilizar cartón consiste en convertir los packs de huevos en pequeñas macetas. Rellénalos con un poco de tierra y siembra un par de semillas en cada compartimento.

Este ámbito húmedo hará que tu cultivo germine pronto. Cuando el brote tome un tamaño considerable, trasplántalo a una maceta más grande, sin quitar el cartón (al ser biodegradable, este material se integrará a la tierra en una semana, aproximadamente). Es una labor ideal para hacer con niños, incentivándolos a crear su primera huerta.

Frascos de mermeladas convertidos en especieros

Si cada vez que se termina una mermelada no sabes qué hacer con el frasco de vidrio, aquí va la solución: puedes reunir algunos de tamaños similares y reutilizarlos como especieros en la cocina, para guardar orégano, tomillo, pimentón. Incluso, si te gusta pintar, es tu oportunidad para embellecerlos. Otro uso posible es el de conservas, por eso siempre es bueno guardarlos, a fin de tenerlos disponibles.

De envoltorios de muffins a bandejas

Los muffins suelen venir en bonitos envoltorios que, una vez abiertos, son desechados. ¿Qué tal entonces si los guardas y los conviertes en bandejas para presentar salsas? Así, cuando tengas una reunión y quieras preparar dips para disfrutar con amigos, no tendrás que preocuparte por servir las preparaciones en distintos bols ni por ir a buscar nuevos al bazar. Si recuperas los de los muffins, siempre tendrás nuevos.

Aromáticas en latas de aluminio

Si alguna vez cuentas las unidades de latas de aluminio (como las de tomates, arvejas, duraznos o habas) que se consumen en el hogar, te asombrarás. Luego de hacer ese cálculo puedes empezar a juntarlas.

Y cuando tengas entre cinco y seis, podrás implementar tu huerta aromática en el balcón, la terraza o en una ventana, sin gastar un solo peso en nuevas y modernas macetas. El aluminio se puede pintar o dejar virgen. Algunas de las hierbas que prosperarán fácilmente: romero, orégano, salvia, tomillo y menta.

Lámparas con tapitas plásticas

Esta solución no es rápida: implica paciencia y tiempo. Sin embargo, poniéndola en práctica ahorrarás dinero y estarás reciclando plástico. Junta tapitas plásticas de gaseosas y jugos.

Cuando tengas suficientes, monta una estructura metálica y, sobre ella, empieza a adherir las tapitas con una pistola encoladora. De este modo, obtendrás una lámpara reciclada, divertida, colorida y confeccionada con tus propias manos.

Fuente: Ehow / MF